Sumario

Territorios sostenibles

Valles Pasiegos: la apuesta por la identidad de una comarca

M.ª Luisa Pascual Mínguez, directora general de Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria, y Ana Manrique Morales, gerente de la Asociación para la Promoción y el Desarrollo de los Valles Pasiegos

Un destino turístico de calidad
Una marca con fuerza
Tres pilares del sello de calidad rural

Fotografías: DG de Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria, German 1984

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La Asociación para la Promoción y el Desarrollo de los Valles Pasiegos nació en el año 2010 con el propósito de promover una marca de calidad para los productos y servicios del territorio. Este potente distintivo ha permitido reforzar la identidad de esta reconocida comarca cántabra. La iniciativa cuenta con la participación de instituciones públicas, empresas privadas y colectivos sociales, y ha conseguido revitalizar actividades tradicionales e impulsar iniciativas nuevas fomentando el emprendimiento, con criterios de calidad, cooperación y solidaridad y un permanente respeto por su privilegiada naturaleza.

Situados estratégicamente en el corazón de Cantabria, a un paso de Santander y de las playas de la costa cántabra, los Valles Pasiegos son un destino turístico de calidad y tranquilidad en la naturaleza. Destaca su paisaje, singular y sorprendente, resultado de la interacción de la actividad humana con la naturaleza durante más de cinco siglos. Y sus pueblos tranquilos, con un estilo de vida pausado y tradicional, testimonio de la historia y cultura pasiega, que han dado nombre a su lema: “Donde habita la calma”.

Las huellas de su pasado todavía están presentes en sus calles, con sus casonas y palacios, símbolos de un esplendor lejano preservado por sus gentes como legado para el futuro. El disfrute del entorno rural es una realidad, con rutas, caminos y senderos verdes, paseos culturales, posadas y alojamientos, cabañas pasiegas, cuevas prehistóricas, deportes tradicionales, actividades en naturaleza... y una exquisita oferta gastronómica. (Foto Germán 1984)

Este territorio cuenta con una identidad espacial, social y económica, así como un reconocimiento nacional a través de la creación de una marca corporativa propia: Valles Pasiegos. El secreto de Cantabria. Esta denominación se ha consolidado progresivamente y con el paso de los años ha permitido que tanto los productos que se elaboran y fabrican en la comarca como los servicios que se ofrecen sean sinónimo de calidad.

Desde el año 2010, la Asociación para la Promoción y el Desarrollo de los Valles Pasiegos ha trabajado junto con otros grupos de acción local de España, a través de la Asociación de la Marca de Calidad Territorial Europea, y con el apoyo de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, responsable de las ayudas LEADER en Cantabria, para implementar en la comarca el distintivo “Calidad Rural Valles Pasiegos”.

En la actualidad la comarca cuenta con 45 empresas certificadas, en un compromiso público y privado de trabajo por los Valles Pasiegos, que entienden esta marca no solo como un instrumento comercial, sino también como un acicate para que empresas y entidades trabajen sobre la autenticidad, el desarrollo sostenible y la innovación en los procesos productivos para alcanzar la excelencia.

El sello de calidad permite que las empresas trabajen sobre tres pilares. El primero es la responsabilidad social, donde se pretende priorizar la mano de obra local, especialmente el empleo femenino. Un claro ejemplo es Sobaos Joselín, que cuenta casi con el 90 % de mujeres en su plantilla, oriundas del territorio. Otros casos son empresas como ValdePas o la oferta de apartamentos en la Senda de los Elefantes, cerca del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, ambas orientadas a turismo accesible.

Otro de los pilares es la responsabilidad económica, donde las empresas buscan generar riqueza en su entorno inmediato, ya sea trabajando con otras o adquiriendo materia prima y servicios locales. Es el caso de Casa El Macho con la elaboración de sus sobaos con arándanos, que en sus inicios trabajó con El Valle del Machucón para obtener su materia prima, y también alojamientos como Posada Bernabales o Casona el Arral, que cuentan en su oferta de desayunos con productos típicos de la zona.

Por último, la responsabilidad medioambiental, ámbito en el que las empresas asumen un compromiso en el cuidado de su entorno. El sello cuenta además con dos empresas adscritas a certificados ecológicos, como son Granja La Sierra y Sobaos El Andral.