Sumario

Territorios sostenibles

La impronta rural de Asturias es la clave de su futuro

Begoña López Fernández, directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación. Principado de Asturias

Concejos de Can­gas del Narcea, Ibias y Degaña
Iniciativas con “la lupa en lo local”
Asociacionismo y gobernanza colaborativa, el camino a seguir

Fotografías: Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. Principado de Asturias / Oscar F. Hevia

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Este artículo pretende acercarnos a una Asturias más rural, en cierto modo desconocida, alejada del centro-ciudad astur y del oriente turístico: el suroccidente asturiano. Nos aproximamos a los concejos de Cangas del Narcea, Ibias y Degaña, integrados en el Grupo de Desarrollo Rural Alto Narcea Muniellos. Una comarca con 1.244 km2, con apenas 15.000 habitantes repartidos en algo más de 300 pueblos, muy diseminados por una compleja orografía montañosa. Territorio que refleja la situación de cualquier municipio rural: envejecimiento y despoblamiento, que añade la crisis industrial por el colapso de la actividad minera que le dio vida durante décadas.

Esta situación de continua emergencia ha activado el valor más importante de cualquier territorio: sus habitantes. Han sabido construir su futuro a través del emprendimiento, la confianza en su saber hacer e intangibles como el arraigo y la querencia por el terruño; elementos que han generado un dinamismo social y económico protagonizado por pequeñas iniciativas, promovidas por personas con un proyecto de vida para quedarse en el pueblo, aprovechando sus conocimientos y los recursos que tienen alrededor.

El pan y el vino ejemplifican cómo pequeñas producciones tradicionales de ámbito familiar y autoconsumo se convierten en un revulsivo de desarrollo e iniciativas empresariales de éxito y empleo. La comarca vitivinícola de Asturias por excelencia acoge la denominación de origen protegida Cangas, con bodegas que ilustran esa transición iniciada por viticultores locales que vieron en el asociacionismo de APROVICAN la mejor forma de convertir el saber hacer vitícola y las viñas de uva autóctona en proyectos de vida y futuro. Hoy, jóvenes emprendedores han visto en el vino la oportunidad para quedarse o regresar.

Ligado al vino tenemos el pan. De la tradición de elaboración de panes y empanadas para consumo en casa, actualmente nos encontramos con una red de pana­derías que hacen que esta comarca sea reconocida por estos productos y su calidad. Las ayudas LEADER, con una fuerte apuesta por el sector agroalimentario, han incentivado muchas de ellas.

Sin embargo, si algún sector tiene un peso específico, es el ganadero. Los excelentes manejos ganaderos en extensivo de la raza asturiana de los valles convierten esta zona en una de las mayores productoras cárnicas de Asturias y se ha generado una red de ganaderías, la mayoría con mujeres al frente, que aprovechan el pasto en praderías de media y alta montaña, en zonas de gran valor ambiental.

El Grupo de Desarrollo Rural Alto Narcea Muniellos ha tutorizado y apoyado muchos de estos proyectos, con una perspectiva financiadora, pero también creando comunidad y tejiendo lazos de cooperación entre entidades públicas, empresas, asociaciones y ciudadanía.

El peso del asociacionismo y la gobernanza colaborativa es el método de trabajo a seguir. Contamos con experiencia en ello. Con más del 45 % del espacio protegido (Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias) y con la Reserva Biológica de Muniellos como referente, la estrategia de sostenibilidad integra la agenda de trabajo del sector turístico, que, con acierto, ha articulado una alianza público-privada de agentes turísticos con un Plan de Desarrollo Ecoturístico.

Volver la mirada a lo local, a lo cotidiano, a la tradición; en resumen, a lo rural, es hoy más que nunca el futuro, el camino a seguir, en una etapa donde primará de forma indiscutible el bienestar, la calidad de vida y la sostenibilidad. En este sentido el medio rural tiene el camino avanzado.